Ayer volvía a casa en metro con mi blackberry sin batería, sin libro, sin ningún folleto en el bolso que ojear, sin periódicos gratuitos que poder robar de un asiento… y me aburrí! Creo que hacía tiempo que no sentía esta sensación, aburrimiento!! Porque habitualmente necesito de momentos en los que no hacer nada, tirarme en el sofá y desconectar mi mente pero soy plenamente consciente de lo que hago y no me aburre sino que es como si masajearan mi cerebro.
Pero ¿aburrirse? Creo que hoy en día es imposible… o miras Facebook, o Youtube, o Twitter y todos los enlaces que te envían, o lees las noticias en el móvil; es decir, que con el móvil ahora tienes entretenimiento a todas horas. Luego tienes libros, pelis y series (no voy a entrar en la legalidad o no de las descargas, pero de una forma u otra tenemos acceso a miles de contenidos que cada día ¡día! Se estrenan), deportes, amigos –ahora con Facebook tenemos tantos amigos que a nada que te tomes un café con cada uno… (por favor tomad nota del tono irónico)- , musicales, teatros, monólogos (hay bares y bares de monólogos), ahora en verano: piscina, playa, palas…, si además tienes aficiones específicas como el arte, escribir, cocinar, punto de cruz, etc
Creo que con todo esto nuestros cerebros hoy en día trabajan muchas horas que los de antes… es decir me imagino a las protagonistas de Sentido y Sensibilidad sentadas en casa más aburridas que una ostra, sin ningún estimulo. Bueno estas porque eran de clase alta los pobrecitos de clase más baja tampoco tendrían mucho estimulo adicional después de trabajar 14 horas diarias… ¿Pero nosotros? Nosotros tenemos que asimilar tanta información, tanta gente nueva cada día, tantas aficiones distintas, tantas alternativas para llenar los cada vez más amplios periodos de ocio que estoy convencida que pronto evolucionaremos hacia una nueva fase homínida en la que usaremos más del 10% del cerebro.