¿A quién no le ha pasado? Estar leyendo un libro y pensar que le acababan de dedicar esas líneas, que el autor estaba escribiendo sobre sus intimidades. Yo muchas veces leo libros y me siento comprendida, o inspirada o aliviada porque dan justo en el clavo! Por eso la mítica idea de si elegimos nosotros los libros o son ellos los que nos eligen a nosotros, claro que pensar que son ellos los que nos eligen abre el melón de otros pensamientos más metafísicos o imaginativos como entonces ¿existe el destino? Si no es un destino pero si una línea trazada con una probabilidad de error bastante amplia? ¿Somos acaso los títeres de alguna mente prodigiosa? Ais… que reflexiones para un martes a las 8 de la mañana….

*que me gustaba más a mi así en “ingleh” 🙂

Y para muestra un botón, justo al terminar de escribir este texto, me pongo a leer el libro que tengo ahora entre manos y lo acabo leyendo este texto de Hermann Hesse:

“Todos los libros del mundo

no te dan felicidad

pero te conducen en secreto

hacia ti mismo.

Allí encuentras todo lo que necesitas,

el sol, las estrellas y la luna

pues la luz que tú buscas

habita en ti mismo.

La sabiduría que buscaste

en las librerías

reluce en cada página…

Y ahora es tuya.”